Tonterías selectas de Antonio Maestre

Tonterías selectas de Antonio Maestre, quien ante la falta de argumentos inteligentes recurre a manifestar su asco.

Esquiroles, costras y peste obrera

… maloliente… arcadas… pestilencia…

La amalgama pringosa y hedionda que sale del baño de un cuartel militar es una delicia fragante al lado de los personajes que se manifestaron en contra de la huelga de Alimerka. Una troupe de serviles traidores que fueron a manifestarse para defender al patrón ante la huelga de sus compañeros. La hez.

… se remueven las alcantarillas… la mierda afloró en forma de vasallos de Alimerka. Las peores excrecencias que tiene la clase trabajadora se mostraron orgullosas con carteles en defensa del patrón.

Un esquirol es aún más respetable que estos infraseres. Porque sabedor de su condición mísera y traidora con los de su clase se procura esconder. Se avergüenza de sí mismo e intenta ocultarse para que no aflore su arrastrada condición… una capucha para ocultar su rostro. Siempre escondidos. Lo de Alimerka es más obsceno. Los trabajadores que se manifestaban con carteles del patrón contra sus trabajadores en huelga son el esmegma de su jefe. La peor ralea que crece intramuros de la clase trabajadora.

En inglés la palabra que define a los esquiroles es scab, costra… Jack London decía que el esquirol tiene «un tumor de podridos principios» donde otros tienen corazón.

La fibra que teje el fascismo es la entraña de estos individuos. Desclasados, egoístas, ambiciosos e individualistas que sueñan con ser admitidos en la clase de los patronos y para ello no dudan en vender a sus compañeros, a su madre si es menester. Chivatos y delatores, la deslealtad a sus iguales les acompaña siempre. Si la huelga es derrotada correrán a lamer las botas del jefe para recoger los restos de su triunfo. Si, por el contrario, vence no dudarán en recoger los frutos de la lucha ajena. Parásitos de clase. Peste obrera.

Esmegma: materia blanquecina que se deposita en los repliegues de los órganos genitales externos.

Tonterías selectas de José Saturnino Martínez García

Tonterías selectas de José Saturnino Martínez García.

Frágiles

… la cuestión de los cuidados, a uno mismo, y sobre todo a los demás. Una cuestión que sabemos que si no se politiza, acaba por ser responsabilidad de las mujeres, es decir, una explotación de los hombres hacia las mujeres.

Las personas no somos individuos autónomos que no tienen que dar explicaciones sobre sus gustos y preferencias, que deciden racionalmente lo que les interesa, como plantean liberales y utilitaristas.

Los cuidados no son algo que pueda resolverse plenamente desde la frialdad e impersonalidad del mercado, o que se diluyan en la solidaridad de clases. Es necesaria la cercanía, la ternura, la valoración de la otra persona por estar en nuestra vida. Esta tarea ha recaído sin reconocimiento en las mujeres, dando por supuesto que la abnegación y el sacrificio estaban en la naturaleza femenina. Por un lado, son una construcción social. Pero por otro, para que seamos realmente humanos todas las personas debemos implicarnos en el trabajo de cuidados, es algo que no se puede delegar sin renunciar a parte de nuestra humanidad.

Es el reconocimiento de que nuestra vida es frágil, sujeta a avatares, y que necesitamos querer y ser queridos, que ese amor y ese cariño no debe ser la base de la explotación de las mujeres, pero al mismo tiempo que ese esfuerzo que implica el cuidado es parte de nuestra obligación como seres humanos libres y responsables. Necesitamos del reconocimiento de nuestra fragilidad para que seamos responsables de quienes nos rodean, más allá del mercado y sin la explotación de las mujeres.

Tonterías selectas de Ada Colau

Tonterías selectas de Ada Colau

… la PAH, el lugar en el que más aprendí a hacer buena política

El 15-M fue un momento maravilloso de democracia activa por parte de la población. Cuando alguien se mueve es porque le importa qué está pasando, su vida y que la democracia pueda ser mejor de lo que es. Porque tiene esperanza. El 15-M fue un momento de empoderamiento colectivo y de afirmación. Mucha de esa gente se politizó y se organizó en asambleas de barrios o de cooperativas de consumo. Fue una gran escuela de democracia para toda una generación.

Soy una defensora [de la desobediencia civil] porque la he practicado en la PAH y en otros movimientos ciudadanos. Hay otras experiencias concretas, la conquista del voto de las mujeres, el fin de la esclavitud… Hay un montón de conquistas de derechos y libertades que se han logrado con múltiples movilizaciones, entre ellas, la desobediencia civil.

Yo solo tendré siempre palabras de agradecimiento para la PAH. Fue muy intenso porque le dimos la vida pero también nos dio la vida. Era como una segunda familia y una escuela del mejor activismo. Creamos un espacio de afectos, de apoyo mutuo, en un momento desgarrador, el de la estafa llamada crisis que tuvo unas consecuencias devastadoras para miles de familias.

Hemos hecho el primer operador energético público, hemos multado a entidades financieras por tener pisos vacíos, hemos perseguido el fraude fiscal de grandes corporaciones, hemos creado una unidad antidesahucios…

… esas grandes corporaciones que tienen grandes recursos e influencias para judicializar temas que son políticos como es el caso de la gestión pública del agua. Seguimos diciendo que en Barcelona se privatizó de manera fraudulenta pero Agbar es una potentísima corporación, con un ejército de abogados, con mucha capacidad de influencia a muchos niveles, que nos ha hecho la vida imposible.

Somos la administración más cercana a la ciudadanía y la gente espera mucho de nosotros aunque tengamos menos presupuesto y menos competencias. Eso a mí me gusta. El ayuntamiento es como la mamá porque siempre está ahí, se le pide todo y solo que falle un día no se le perdona. A mí me gusta ser la mamá y que esperen mucho de nosotros aunque en el día a día te genere muchas frustraciones.

… frenar los desahucios de la gente más vulnerable y […] implementar la dación en pago, que es algo de mínimos.

frenar los desahucios de la gente más vulnerable y para implementar la dación en pago, que es algo de mínimos. Se dejó presionar por la banca y los intereses inmobiliarios. Y en la política institucional con quien más me ha pasado ha sido con ERC, tanto en la política institucional y un ejemplo es el del tranvía como a nivel estatal. Fue una decepción enorme que bloqueasen los presupuestos sociales de hace un año.

Repasar estos últimos diez años obliga a analizar qué ha pasado en Catalunya. ¿Se atreve a resumirlo casi a modo de tuit?

Me pide un imposible y no creo que haya nadie que pueda hacerlo. Intento un hilo de tuits. Un resumen podría ser que en un contexto de malestar social real y complejo, con la crisis y las políticas de austeridad, pero también un malestar propio de Catalunya por el Estatut no resuelto y el ninguneo del Estado a unas aspiraciones legítimas ha habido muy mala política. Tanto en Catalunya, cuando Mas, en un momento de crisis y con la corrupción saliéndoles por las orejas, utilizó el malestar social para llevarlo únicamente al ámbito nacional y generando unas falsas expectativas en la población. Y la mala política del Estado fue dar una respuesta autoritaria y represiva, judicializando la política.

Todo ello ha llevado a una situación de bloqueo terrible en el que las instituciones catalanas y del Estado no están gobernando para la gente. Se ha aparcado la agenda social y eso es una vergüenza. Hay que abandonar la polarización y empezar una etapa de diálogo y pacto.

Su relación con la monarquía ha dado para muchos titulares y minutos de tertulias. ¿Para que sirve hoy una monarquía?

Yo creo que para nada, para mantener el statu quo. La monarquía es una cosa del pasado, totalmente antigua y desde el punto de vista democrático no se sostiene. Una cosa que sea por herencia sanguínea y encima machista en democracia no se aguanta. Yo he sido toda la vida republicana, no lo he ocultado, pero porque soy demócrata. No es por una cuestión romántica. La ciudadanía tiene que elegir a sus representantes. Si el señor Felipe quiere presentarse, que se presente a unas elecciones de jefe del Estado. Eso yo no se lo voy a objetar. Pero que le vote la ciudadanía, tan fácil como eso.

¿La de Felipe VI es una monarquía «republicana» como la ha definido el escritor Javier Cercas?

Eso no se sostiene. Es una ‘monarquía monarquía’ y de republicana no tiene nada.

¿Qué ha pasado para que la extrema derecha haya logrado una influencia y unos resultados que hace 10 años seguramente muy pocos habrían pronosticado?

Lo de la extrema derecha es uno de los principales desafíos que tenemos en democracia. No está pasando solo aquí sino también en Europa y en el mundo. Tiene que ver con una crisis democrática profunda que algunos venimos denunciando desde hace tiempo, con el 15M y con muchas movilizaciones que hemos vivido en los últimos tiempos en las que la población está avisando de que hay poderes fácticos que mandan más que todo el voto ciudadano. Eso puede provocar una profunda desigualdad y una fractura social.

Por desgracia las instituciones van demasiado lentas y no se está a la altura de esos retos, especialmente las socialdemocracias,que deberían preocuparse más por ese malestar social. La lucha por el poder ha hecho que demasiados partidos y no solo aquí hayan priorizado su pugna electoral. La situación es totalmente insostenible. Hace falta un nuevo pacto social que redistribuya la riqueza y garantice igualdad de condiciones.

Tonterías selectas de Klaus Schwab, del Foro Económico Mundial (Davos)

Tonterías selectas de Klaus Schwab, del Foro Económico Mundial

Desde que publicamos el primer manifiesto, en 1973, yo he abogado por la responsabilidad social de las empresas. En contra de lo que defendía el premio Nobel Milton Friedman —“el único negocio de las empresas es hacer negocios”—, hoy hay nuevas exigencias y con este manifiesto busco establecer el papel de las empresas ante la cuarta revolución industrial en la que vivimos.

… Hay que asegurarse que el valor de las compañías no se mida únicamente en términos financieros, sino también en términos medioambientales, sociales y de buen gobierno.

P. ¿Ese capitalismo colectivo es capaz de hacer frente a la desigualdad creciente que está movilizando a la sociedad?

R. Hacen falta muchas medidas para eso y lo detallamos en el manifiesto. Primero, los temas medioambientales, pedimos a las empresas que reconozcan los efectos negativos y los costes de sus productos para que se hagan responsables del daño medioambiental que produce. Y por lo que respecta a la inclusión y la justicia social, lo importante es reconocer quienes se sienten abandonados, aquellos que temen perder sus empleos con la cuarta revolución industrial. Y subrayamos la responsabilidad de las empresas de reciclar y mejorar la formación de sus empleados.

P. ¿Cómo interpreta en ese contexto la explosión de protestas y movimientos populistas y el giro a la izquierda de los partidos progresistas en todo el mundo?

R. Creo que lo que estamos viendo, especialmente en Estados Unidos, es una reacción al neoliberalismo extremo y la maximización de beneficios…

… No sabemos cómo salir de la trampa de bajos tipos de interés y una enorme carga de deuda en la que nos hemos metido.

… Lo que necesitamos son principios globales de fiscalidad para evitar la competencia fiscal desleal y analizar dónde se produce el valor de las empresas.

Tonterías selectas de Daron Acemoglu

Tonterías selectas de Daron Acemoglu:

Elizabeth Warren’s Bold Ideas Don’t Go Far Enough

… a plentiful supply of jobs with relatively high pay and some degree of stability, which in turn depends on the presence of laws protecting workers (otherwise employers will shift toward lower-quality, lower-pay jobs).

… Warren is correct to worry about corruption and market concentration (particularly in the tech industry). And she is right to advocate stronger protections for workers and giving labor more of a voice in corporate governance.

… Automation does of course lead to faster productivity growth, but not when it is pursued excessively – that is, when companies automate processes that could still be carried out more productively by humans. When companies focus solely on automation, they risk missing out on the gains that otherwise would have come from technologically augmenting their workers’ productivity.

… a twenty-first-century economic-policy agenda must shape the direction of technological development and deployment, and restore workers’ bargaining power. Fortunately, the two goals are complementary. Business as usual, with big firms setting the agenda, will lead to ever-more automation, whereas a greater voice for workers, combined with a more democratically determined innovation strategy, would position the US both to increase productivity and generate better opportunities for the majority of citizens.

Tonterías selectas de Íñigo Errejón e Inés Sabanés

Tonterías selectas:

La crisis climática como palanca, de Íñigo Errejón e Inés Sabanés

… la gran aceleración de la crisis climática en los últimos 40 años es inseparable de un modelo neoliberal tan triturador de lo social como depredador de lo ambiental.

El neoliberalismo pretende construir un mundo basado en el libre encuentro de los hombres en el mercado. Hombres –y aquí el masculino no es genérico– que son libres porque carecen de ataduras y de límites. Esta utopía totalitaria de mercado invisibiliza nuestra dependencia de los otros, de unos cuidados tradicionalmente a cargo de las mujeres, de unas instituciones públicas que hacen posible la reproducción social y de un planeta finito y cada vez más seriamente dañado. La historia de los últimos 40 años es la de la fanática huida hacia adelante de este idea que, para enriquecer a unos pocos, ha generado una desigualdad sin precedentes, ha socavado cualquier forma de comunidad que no esté mediada por el dinero y el consumo, y amenaza ahora con destruir de forma irreversible las mismas condiciones que nos permiten vivir en el planeta. Como recordaba precisamente en El País hace unas semanas el premio Nobel Joseph Stiglitz, la historia del neoliberalismo es la historia de una promesa fallida, la de que la irresponsabilidad de unos pocos fomentaría la prosperidad y la democracia. Esta promesa solo se mantiene hoy por el fanatismo de unas élites empeñadas en independizarse de sus conciudadanos y de cualquier compromiso para con la comunidad y el planeta en el que viven.

… afrontar la crisis climática implica volver a poner la vida y la comunidad, la cooperación y los cuidados, en el centro de nuestra visión del mundo y de las políticas públicas.

… No existen hoy dudas sobre que tenemos que adoptar con urgencia medidas para modificar nuestra relación con el planeta. La gran pregunta de comienzos de este siglo es si las aprovecharemos como una palanca para un ambicioso esfuerzo por la prosperidad, la justicia social y una nueva oleada de democratización, o si por el contrario serán el resultado de una despiadada, depredadora y suicida guerra de todos contra todos.

… tenemos frente a nosotros la tarea de reconstruir un acuerdo social roto por el modelo depredador neoliberal que ha sembrado por doquier angustia e incertidumbre. Actuar a tiempo contra la crisis climática es tanto una necesidad como una oportunidad para un proyecto de país justicialista y verde, que cuide de la tierra y de la comunidad como mejor garantía de la libertad.

Tonterías selectas de Jorge Tamames: Gobernar a ritmo de cambio

Tonterías selectas de Jorge Tamames: Gobernar a ritmo de cambio

Sobre Karl Polanyi y La gran transformación.

El problema es que tierra, trabajo y dinero constituyen “mercancías ficticias”, imposibles de comercializar sin la imposición de un entramado legal represivo. Sostener esta ficción hace del liberalismo una “utopía austera”, dependiente de la coerción estatal y en última instancia insostenible. El apego de la era victoriana a esta fórmula —expresada en la institución del patrón oro— la arrastró a su destrucción tras dos guerras mundiales…

La emergencia climática, las reivindicaciones de trabajadores precarios y la crisis del euro expresan hasta qué punto tierra, trabajo y dinero siguen siendo conceptos políticos antes que comerciales. Luchas por el derecho a la vivienda en España o la sanidad en EE UU muestran la tensión que genera delegar aspectos fundamentales de nuestra existencia a las leyes de oferta y demanda. En 2011, cuando los indignados protestaron bajo lemas como “no somos mercancía en manos de políticos y banqueros”, recibieron un respaldo social abrumador. La incapacidad o falta de voluntad para responder a este doble movimiento guarda relación con la inestabilidad; también con la deriva coercitiva iniciada entonces. La ley mordaza y el recrudecimiento de la legislación antiterrorista son ejemplos.

La gran transformación enlaza una crítica al liberalismo económico con una teoría de cambio social, por lo que combina fortaleza teórica con un mensaje rotundo. No es el socialismo, sino el proyecto de la derecha libertaria el que termina revelándose como un cuento de hadas peligroso.

… las crisis económicas a menudo se perciben como catástrofes culturales: sacuden los cimientos del mundo tradicional y dejan a sectores de la población en busca de respuestas más o menos coherentes a la utopía austera del mercado.

“La esencia del progreso económico”, escribió Polanyi, “es obtener mejoras a cambio de trastorno social”. Atravesamos otra época de grandes transformaciones, en la que urge gobernar el ritmo del cambio y adaptarlo a las necesidades de nuestras sociedades. He aquí una enseñanza que un conservadurismo inteligente, consciente de que la mercantilización amenaza la pervivencia de los lazos sociales que valora, debiera ser capaz de aprehender. Mientras, es el centroizquierda, que renunció a la visión de Polanyi cuando abrazó la tercera vía, el que necesita redescubrir la vigencia de su pensamiento.

Tonterías selectas de Daniela Eltit: Directo a los ojos

Tonterías selectas de Daniela Eltit: Directo a los ojos

Las protestas en Chile son una respuesta contra la maquinaria invasiva del neoliberalismo

… esa desigualdad siempre creciente invisibilizó a millones de ciudadanos empujados hasta la periferia, donde la gran tarea era sobrevivir a un modelo salvaje. La vida chilena se sostiene a crédito porque para un segmento importante de personas, el endeudamiento y sus abusivos intereses les permite acceder a la comida y a los medicamentos.

… Actualmente, la acumulación de riqueza en manos de unos pocos dueños del mundo, es asombrosa. En Chile también se acumula con la misma obsesión. Se trata, pienso, de una especie de mal de Diógenes donde el dinero se reproduce por toneladas al interior de una bóveda de platino que se incrementa por el sacrificio de millones de cuerpos trabajadores y la depredación insaciable del territorio. Los economistas locales apuestan al crecimiento, ¿para quiénes? Hay que pensar que, en Chile, el 1% acumula una riqueza equivalente a más de cinco millones de trabajadores. Son cifras, lo sé, pero abrumadoras, porque se trata de vidas concretas, de penurias concretas, de un sistema aterrador. Un sistema que consiguió por décadas la eliminación del nosotros como signo comunitario, imponiendo un yo competitivo preocupado solo de escalar.

… La irrupción del movimiento feminista del siglo XXI reclamaba igualdad y consideraba al aparato neoliberal como una forma extractivista del cuerpo de la mujer, sometida no solo a la diferencia salarial, sino también a realizar dobles o triples tareas impagas.

Tonterías selectas de Rossend Doménech, gastrónomo y periodista

Tonterías selectas de Rossend Doménech, gastrónomo y periodista: «La mayoría de los alimentos están envenenados y provocan una muerte lenta»

Creo que la mayoría de los alimentos que encontramos en las tiendas estándar -en los supermercados, hipermercados, grandes superficies…- está envenenado. Los envenenan para empezar en los campos, donde les ponen los fertilizantes, insecticidas, pesticidas, herbicidas y todo eso. Y siguen envenenándoles en los procesos industriales de tratamiento de los alimentos. Esos alimentos envenenados provocan una muerte lenta. Además intuyo que existe una especie de circuito cerrado que va desde las semillas hasta las medicinas, fármacos para curar enfermedades que se han producido por vegetales tratados con todas esas porquerías. Si una alcachofa matara de golpe, se prohibiría y punto. Pero los alimentos envenenados matan lentamente, y eso engorda a toda la industria farmacéutica, engorda los hospitales, encarece la sanidad pública. Yo me pregunto: ¿por qué la gente no dedica más tiempo a buscar comida? «No tengo tiempo», suelen decir. Si no tienes tiempo de buscar alimentos de calidad enfermarás.

… El 40% de los cánceres está producido por las porquerías que hay en los alimentos que ingerimos.

P: … la televisión está desde hace años repleta de programas de cocina. Tengo entendido que usted aboga por que se prohíban dichos programas. ¿Por qué?

Porque hacen más mal que bien, porque no son educativos, no enseñan a comer sano. Yo he visto algunos de esos programas y utilizan materias primas que no tienen ninguna calidad. Les interesa sólo la presentación, el aspecto de un plato. No les interesa la materia prima, no se plantean nunca su calidad. Nunca.

… si supiéramos lo que llevan muchos alimentos no los compraríamos y se hundiría el negocio.

… esos pimientos son todos idénticos, porque a través del gota a gota han recibido la misma cantidad de agua, de alimento, de vitaminas… Y eso va a en contra de la diversidad biológica. Uno va a ciertos pueblos de Navarra, de Sicilia y de Galicia y se encuentra unos pimientos increíblemente buenos. Son buenos porque han nacido en lugares distintos, han chupado de la Tierra cantidades distintas de lo que necesitan, mientras que en el invernadero todos los pimientos comen exactamente lo mismo en el desayuno, comida, merienda y cena. Los pimientos de invernadero no sólo son todos idénticos sino que contribuyen a que desaparezca el pimiento de Navarra, el de Galicia y el de Sicilia, y contra eso hay que luchar.

… En Noruega han enterrado un banco de semillas de todo el mundo por si hay un cataclismo. Está muy bien, pero eso lo han hecho una docena de multimillonarios del mundo. Tienen debajo del hielo polar ártico semillas de más o menos de todo lo que existe hoy en la Tierra. Pero eso no es de todos, es de esa docena de personas.

… las empresas que antes fabricaban armas ahora fabrican el arma de todas las armas: los alimentos.