Tonterías selectas

Portavoz de Jueces para la Democracia: «El FMI se cree dios»

Falsedades del pensamiento económico dominante, por Vicenç Navarro

«Una renta básica al mes acabaría con la pobreza y nos sacaría de la crisis», según Daniel Raventós

CC OO pide a los madrileños que no beban Coca-Cola

Arrancar la mala hierba, de Irene Lozano

Hay un Madrid ciudadano que elige identificar a los responsables y hacerse cargo de la política. Cuando comienzan los recortes y las privatizaciones de la Sanidad, ese Madrid moderno se pone la capa blanca y así, por encima de las pugnas partidistas, sale a la calle a defender lo de todos. Con persistencia y la seguridad de saber que la razón está de su parte.

La problemática semántica de “poder” y “deber”

“Poder” y “deber” son términos que se refieren de forma parcialmente ambigua a diferentes significados importantes que conviene distinguir para no llevar a confusión.

-Poder como posibilidad, capacidad, potencia, facultad, control, disponibilidad de recursos: “puedo correr cien metros en menos de 10 segundos”; “puedo tener el artículo listo para el lunes”; “no puede dejar de llorar”. La realidad (hacer algo efectivamente) implica capacidad, pero una declaración de capacidad podría estar equivocada (parecía posible, pero resultó no serlo).

-Poder como hipótesis o contingencia: puede ser que, tal vez, quizás; “la causa de la muerte podría ser este veneno”; no es incompatible con otra información que se tiene, o no es contradictorio.

-Poder como alternativa: “podemos ir en tren, en autobús o en coche”; diferentes posibilidades.

-Poder como permiso: legalidad, legitimidad, aspecto normativo, moral o ético; “puedo hacer esto”, “tengo derecho a hacer esto”, “esto no está prohibido”.

Respecto a la posibilidad o imposibilidad, en el ámbito científico es esencial distinguir la hipótesis de la capacidad en las relaciones entre causa y efecto: la hipótesis es una conjetura que se mantiene mientras no se demuestre su falsedad o imposibilidad; pero aunque aunque una causa se produzca, quizás no tenga la intensidad suficiente como para generar un efecto por sí sola.

-Deber como necesidad: “debes respirar, comer y beber para seguir vivo”. Suele ser necesidad para algo, pero también puede referirse a que no puede ser de otra manera (necesario vs. contingente).

-Deber como causa: “el ciclo económico se debe al descalce de plazos y riesgos”.

-Deber como ausencia de otras alternativas o única opción posible: “para conseguir el éxito debes esforzarte”.

-Deber como obligación o deuda legal o moral: “tienes que ayudar al prójimo”, “hay que hacer el bien”.

Nota: “deber de” es diferente de “deber” y semejante a “poder” (hipótesis probable).

Añadiendo el operador lógico “no”, lo no posible es imposible, lo no permitido está prohibido, es ilegal o inmoral; lo no necesario es innecesario, lo no obligatorio es opcional.

Un mismo hecho puede expresarse de formas lógicamente equivalentes.

A está prohibido (imposible) = noA es obligatorio (necesario)

Está prohibido matar = Es obligatorio no matar.

A es obligatorio (necesario) = noA está prohibido (imposible)

Es obligatorio pagar impuestos = Está prohibido no pagar impuestos.

Lo no prohibido (permitido) no es equivalente a lo obligatorio, y lo no obligatorio (opcional) no es equivalente a lo prohibido. Casarse no está prohibido y no es obligatorio.

Alguna ley no se cumple si algo simultáneamente está prohibido y es obligatorio: o lo haces, y entonces incumples la prohibición; o no lo haces, y entonces incumples la obligación.

Las afirmaciones de imposibilidad o necesidad son mucho más restrictivas e informativas que las afirmaciones de posibilidad u opcionalidad: lo imposible no se da; lo necesario se da; lo posible u opcional se da o no se da.

En el lenguaje a menudo se mezclan de forma imprecisa o confusa estos significados: “Que pueda hacerse no significa que deba hacerse” o “Se puede pero no se debe”: que sea físicamente posible no es sinónimo o no implica que esté legal o moralmente permitido. Pero en estas expresiones el término normativo que aparece es deber: suele decirse “no debes hacer eso” (interpretado lógicamente como “no es obligatorio”) cuando se quiere decir que “debes no hacer eso” o “no puedes hacer eso”, no está permitido hacer eso. Tal vez es así porque quedaría raro decir “se puede pero no se puede”.

Algunos idiomas permiten distinguir algunos matices de “poder” (aunque los hablantes a menudo los ignoran): inglés (may, can), alemán (darf, kann).

La problemática se complica cuando se aplica recursividad a estos términos: “es posible que pueda”, “puede ser que sea posible que pueda”; “prohibido prohibir”; “es legítimo legalizar”; “debes cumplir tus obligaciones”.

Tonterías selectas

Brújula para los despistados de Davos, de José M. de la Viña

Intervenir en el mercado, de Pedro Saura García, portavoz de Hacienda del grupo parlamentario socialista y profesor de Análisis Económico en la Universidad de Murcia

Una gran victoria y algunas derrotas, miembro de Patusalud

Recortes, mentiras y gastos sociales, de José Antonio Nieto, de EconoNuestra

Lo que se siente al morir, contado por una enfermera de la UCI

La libertad sí que entiende de compartimentos

Respondiendo a Luis I. Gómez:

-¡No soy libre! ¡Mi libertad ha sido violada!

-Vaya, lo lamento. Pero… ¿podrías concretar algo más?

-No, no puedo, porque la libertad es indivisible y no es adjetivable.

-Entonces, cuando llames a la policía y denuncies el crimen, ¿vas a decirles simplemente que se ha cometido una violación de tu libertad, pero no específicamente cuál ha sido el delito? ¿Eres incapaz de precisar o es que la comisión de un crimen es indistinguible de la comisión de todos los crímenes?

Hablar de libertad económica, libertad social, libertad política, libertad cultural, tiene perfecto sentido y no se trata de «un vacuo ejercicio acedemicista que en realidad nos aparta de la verdadera esencia de la libertad». La verdadera esencia de la libertad es la no agresión y el respeto al derecho de propiedad. Pero la coacción puede ejercerse de forma limitada en muchos ámbitos, sin interferir necesariamente en otros, y la propiedad puede ser invadida o robada de diversas formas. Que me hayan robado no implica que me lo hayan robado todo. Es posible prohibir las drogas sí y el sexo no, o al revés; o ambos, o ninguno.

Queda muy solemne declarar la libertad una e indivisible, pero esto tiene el desgraciado efecto, quizás no deseado, de impedir hablar con precisión. Adjetivar, si se hace bien, no es ningún error asociativo y puede substanciar mejor la esencia de las cosas, representar mejor sus cualidades y calidades.

No defiendo que la libertad es compartimentalizable porque confunda mi imagen de sociedad deseable con la libertad. De hecho no tengo ninguna imagen de sociedad deseable (¿que se pueda desear?) y simplemente entiendo la libertad como la circunstancia social en la cual cada uno persigue sus deseos en la medida de sus posibilidades sin interferencia violenta de otros. Estas interferencias son distinguibles: hay personas, o sociedades, libres para unas cosas y no para otras. Es verdad que puede realizarse una apreciación de conjunto y afirmar que si no eres libre en algún ámbito entonces simplemente no eres libre; pero esto sería como equiparar la violación de la libertad de alguien torturado, violado y esclavizado con la de alguien a quien simplemente le prohíben cantar pasodobles los jueves a las dos de la tarde a la orilla del río.

Que la libertad no sea lo mismo que la igualdad o la equidad o la justicia (aunque tienen mucho que ver según cómo se entiendan más precisamente esos términos) es irrelevante para el hecho de que la libertad pueda dividirse o no.

Otras partes del artículo del buen Luis I. Gómez pueden ser ciertos pero se salen por la tangente.

Saludos, Luis.