Despolitizar el Orgullo, de Toño Abad, activista por los derechos humanos y LGTBI
… el reto social ante el cambio técnico no es menor. Una posibilidad es asistir a este proceso pasivamente lo que sin duda provocará un aumento de la desigualdad social y económica creciente entre ganadores —tanto por el lado de los trabajadores como por el de algunas empresas—, y perdedores. El mercado por sí mismo no va a corregir estas desigualdades, yo diría que más bien al contrario. Otra posibilidad es adoptar una actitud mucho más activa como sociedad. El gran economista Daron Acemoglou aboga por varias medidas de política económica con las que no puedo estar más de acuerdo. En primer lugar, las instituciones deben facilitar la implantación de “buenos empleos”, es decir, empleos estables, con salarios dignos, y protegidos. Y para ello existen sin duda instrumentos, desde normativa laboral, a supervisión estricta, así como la puesta en valor de instituciones laborales que trabajen para ello. Es necesario contrarrestar la tendencia del mercado, que por sí mismo tiende justo hacia lo contrario. Estas acciones ayudarán sin duda a que las pérdidas de los perdedores con el cambio técnico sean menores. En segundo lugar, la apuesta ineludible por una educación que llegue a todos por igual, y que esté más alineada con el desarrollo de competencias técnicas pero también de otras, como el desarrollo de la creatividad, el trabajo en equipo, la curiosidad, la satisfacción por el aprendizaje, la tolerancia ante lo diferente… Esta apuesta educativa sin duda facilitaría una mejor transición de toda la ciudadanía hacia el colectivo de ganadores con estos cambios.
… las empresas, de casi cualquier tamaño y sector, deben interiorizar la formación continua y permanente de sus trabajadores no como un gasto, sino como una inversión tan importante como la que realizan en el capital físico y en los procesos productivos.
En consecuencia, bienvenidos sean los cambios tecnológicos en los que estamos ya inmersos y los que están por llegar, sumémonos a ellos, pero preparemos nuestras sociedades para que las ganancias alcancen a la mayoría de la ciudadanía y en consecuencia aumenten la calidad de vida y el bienestar de la sociedad en su conjunto.
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