Europa al límite, de Felipe González
¿Hay que pagar la deuda?, de Esther Vivas
¿Cumple la economía con la leyes de la termodinámica?, de Marco Antonio Moreno
«Si a mí me pasa algo se sabrá la verdad sobre las renovables»
The European Banking Union?, by Hans Werner-Sinn
Krugman clama contra la crisis, de Carlos Rodríguez Braun
La nueva burbuja eléctrica, de Manuel Fernández Ordóñez
A Better Way to Save Spain’s Banks, by Juan Ramón Rallo
A Method of Detection of Fragility: How to Detect Who Will Go Bust — Nassim Taleb
La ONU reclama subsidios a los abuelos que críen a sus nietos, incluso en crisis
Especulación: quien la hace, ¿la paga?, de Gonzalo Fanjul
España es un país solvente que se enfrenta a crecientes problemas de liquidez por la situación de su sistema financiero.
… el Gobierno ha llevado a cabo profundas reformas y ajustes durante los últimos seis meses: del mercado laboral, del calendario de festivos, Ley de Estabilidad Presupuestaria, código de buen gobierno para sancionar incluso con cárcel la mala gestión de fondos públicos, racionalización del gasto sanitario y en educación, aprobación de unos presupuestos austeros, lucha contra la economía sumergida y el cobro fraudulento de prestaciones y aceleración de trámites para la apertura de comercios. Hemos podido mantener un alto grado de soberanía económica y obtener una línea de crédito en unas condiciones favorables (interés de 3%-4%) precisamente porque el nuevo Gobierno está desplegando con firmeza un programa de transformación y liberalización de la economía española.
La sociedad española debe estar orgullosa del sacrificio y esfuerzo que está realizando para que nuestras cuentas vuelvan a cuadrar. La Comisión ya ha premiado este empeño retrasando en un año el objetivo de reducción del déficit al 3%. Todos los organismos internacionales (FMI, Comisión, BCE, OCDE) han elogiado las reformas y ajustes y apoyado el establecimiento de la línea de crédito. Obama, Merkel y otros líderes europeos han alabado el tesón reformista español y destacado que no se pide a España austeridad adicional.
La sociedad española está haciendo sus deberes. La línea de crédito debería relajar la presión sobre la prima de riesgo española. Debe asimismo propiciar la provisión de crédito de la banca a empresas y particulares.
Malas vibraciones, de José Carlos Díez
El error de Lehman fue dejarla quebrar y que fueran los bonistas los que asumieran las pérdidas.
Es absolutamente necesario que los líderes europeos reconozcan sus errores de política económica y de gestión de la crisis del euro. Hay que cambiar urgentemente la política fiscal. Hay que suavizar los ajustes exigidos en los países con tensión financiera y el resto de países deben aprobar estímulos para compensar y lograr al menos una política neutral para el conjunto de la Eurozona. El BCE debe ponerse al frente de la manifestación y anunciar un programa de compra de deuda pública y privada durante un año y no inferior a 500.000 millones de euros. Podría bajar tipos y penalizar la facilidad depósito para evitar aumentar el balance. Hay que reestructurar las deudas de los países intervenidos y ajustarlas a la capacidad de pago y aprobar planes de inversión con el Banco Europeo de Inversiones para que vuelvan a crecer.
Government is the solution, by E. J. Dionne Jr.
El problema no son los mercados financieros, de Vicenç Navarro
Salvar a los bancos (y a los banqueros), de Pablo Pardo
Unos de los acontecimientos más notables en los últimos meses es el súbito enmudecimiento de los liberales españoles, siempre partidarios de dejar caer a los bancos, y dejar que los depositantes pierdan sus ahorros. Esos liberales—muchos de los cuales son catedráticos de Universidad y, por tanto, indespedibles, o han obtenido generosa financiación en el pasado de cajas de ahorros que ahora están más en quiebra que Lehman Brothers— han enmudecido, acaso porque sepan que, si dejamos caer Bankia: 1) Sus cuentas en ese banco seguirán el mismo camino que el banco; 2) El resto de los bancos españoles irían en cascada, y con ellos las empresas industriales y de servicios; 3) España suspendería pagos; 4) Se colapsaría el euro; 5) Llegaría el Juicio Final.